Biografía

Rebecca nació el 1 de febrero de 1969 en Aix en Provence.

Es hija de la escritora Françoise Lefèvre y de la pintora Raya Sorkine.

Cuando sus padres se separaron, Rebecca apenas tenía un año.

Su madre lo crió sola, con su hermana mayor Olivia.

Rebecca creció en París, Rue Vielle du Temple (distrito 3), Rue Leriche y Rue Lacretelle (distrito 15), antes de trasladarse al departamento de Essonne en Auvers-Saint-Georges y luego, en 1978, a Borgoña, cerca de Dijon.

A los 16 años, Rebecca hizo el examen de acceso al conservatorio de teatro de Dijon para convertirse en actriz, donde permaneció dos años y, al mismo tiempo, tomó clases de teatro en el Parvis Saint-Jean. Pero Rebecca no se siente cómoda en esta disciplina, deja el conservatorio y entra en las Bellas Artes de Beaune, donde espera florecer en su verdadera pasión, la pintura. Es una decepción, los profesores no la animan, no obtendrá sus diplomas.

Decidió avanzar hacia una formación cualificada impartida por artesanos y se presentó a un concurso de formación en pintura ornamental y escultura en madera en Beaune, que obtuvo. Aprenderá técnicas tradicionales como la pintura al temple y la pintura con cera. Luego siguieron dos años en los que retomó el dibujo sobre un modelo vivo como candidata libre en Bellas Artes de Dijon.

En 1992 descubrió el mosaico, los materiales y la técnica la sedujeron, quedó cautivada por los colores de los esmaltes vítreos, era su material favorito. Durante unos veinte años creó todo tipo de decoraciones en colaboración con tiendas de azulejos de París, arquitectos e interioristas que presentaban sus creaciones únicas a sus clientes.

En 1999 obtuvo el premio honorífico a la vocación de la Fundación de Francia por sus creaciones en mosaico, lo que le permitió continuar su investigación original.

En 2005 Rebecca decidió volver a coger los pinceles, su pintura era entonces figurativa.

En 2010 dejó Borgoña para instalarse en Marsella.

El Sur le traerá nuevas inspiraciones, experimenta con diferentes universos pictóricos como el cubismo.

Transición a la abstracción

Su curiosidad ilimitada por la materia y los colores, su necesidad de ir más allá de sus límites y su capacidad de cuestionarse a sí mismo lo guiarán gradualmente hacia el expresionismo abstracto lírico.

Este paso hacia la abstracción colmará todas sus expectativas, se siente liberada.

Rebecca, que es una colorista nata, se lo pasará en grande.

Fue un encuentro en 2020 con el que se convertiría en su agente, Arry Bennatia, quien lo animaría a afirmarse en esta dirección.

La abstracción lírica es el movimiento, los gestos y la energía del momento gracias al cual podemos crear.

“La energía es el motor”

Rebecca construye sus lienzos de forma intuitiva, sus emociones se expresan directamente sobre el lienzo de forma espontánea haciendo fluir la pintura o proyectándola. Le damos el término "Goteo". Estos lienzos se realizan tanto en posición vertical como horizontal. Rebecca crea sus cuadros sobre lienzos sueltos para mantener total libertad de movimiento.